Instituto De Gastroenterologia Boliviano Japones - Igbj - La Paz

Desde su proyección hasta su materialización en 1979, el Instituto de Gastroenterología Boliviano Japones (IGBJ) ha sido concebido como una iniciativa de reciprocidad entre los pueblos de Japón y Bolivia, ofreciendo un servicio asistencial de alta calidad y constituyéndose en un pilar de la historia de la medicina nacional a través de la especialización e intercambio de recursos humanos y la investigación.
Luego de arduas gestiones diplomáticas, políticas y medicas que contaron con un fuerte impulso nipon, se comenzó a implementar el Proyecto de Cooperación en Gastroenterología consistente en 4 pilares, donación de equipos médicos, recepción de becarios en Japón, envío de expertos a Bolivia y construcción y equipamiento de tres institutos de Gastroenterología en las  

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ciudades donde entonces existían facultades de medicina, La Paz, Sucre y Cochabamba.
La historia del IGBJ, cuyas transversales fueron siempre la solidaridad, la eficiencia, la ética, el compromiso social y el desarrollo medico, se estructuro en torno a tres periodos:
* Periodo de apoyo fundamental de la cooperación japonesa (1979-1995)
* Periodo de transición (1995-1997)
* Periodo de institucionalización (1997-2004)
Durante la primera etapa se destaco la construcción de una identidad definida que orientaría el quehacer institucional en sus años futuros y marcaría la [principal diferencia comparativa entre el IGBJ y otros proyectos en el area de la salud.
Así mismo, en este periodo, el Instituto permitió que Bolivia se ponga al nivel de los países mas desarrollados del mundo en la aplicación de tecnologías medicas de diagnostico e intervención, siempre con el respaldo de la escuela nipona; contribuciones que -entre otras- lo consolidarían rápidamente como un prestigioso centro de referencia asistencial y de docencia, tanto a nivel nacional como sudamericano.
En ese primer periodo y en el horizonte de una instancia pública, el IGBJ desarrolló un innovador carácter gerencial hospitalario orientado a asegurar su autosostenibilidad sin divorciarse de la visión social que constituyó – y lo sigue haciendo – su principal desafío, reto que se tradujo en iniciativas inéditas hasta ese entonces en Bolivia, consistentes en llevar atención medica y quirúrgica especializada a poblaciones alejadas y vulnerables del país, en el marco del Programa de Proyección a la Comunidad, cuyo crédito aprovechamos en rendirlo, a treves de este documento, al Dr. Arnold Hofman-Bang, quien encarnó el impulso pionero de esta acción social que continua hasta ahora traducida en dos visitas anuales a aquellos lugares de Oriente y Occidente del país (inclusive hasta el Perú) donde los servicios de salud son básicos e insuficientes.
Esta etapa inicial del IGBJ constituyó el crecimiento sobre el cual la institución encararía sus próximos desafíos y consolidaría la fuerza que demandó el sobrevivir a su siguiente periodo que – como toda transición – sin duda fue el mas complicado. Cuando concluía la segunda fase de financiamiento japones, la administración del Instituto pasó del Ministerio de Salud al municipio de la ciudad de La Paz y el personal comenzó a depender de la prefectura, en el marco de las leyes de Participación Popular y Descentralización Administrativa. Ante esta transición caótica con vacíos normativos y de regulación, el IGBJ dejó atrás un pasado eminentemente técnico con riesgo de ingresar a un colapso compartido con todo el Sistema Publico de Salud, producido por influencias políticas que caracterizaron al contexto de entonces. Sin embargo, y aun en esas circunstancias de estancamiento institucional, el IGBJ fue el único hospital que consiguió acreditarse en Grado I de atención dentro del proceso de acreditación de hospitales a nivel nacional.
De manera grata, a partir de 1997, el IGBJ ingresó en un proceso de institucionalización que marcó su tercera etapa, la misma que le proporcionó un fortalecimiento integral y una dinámica capaces de asegurare estabilidad no solo coyuntural, sino sostenible hacia el futuro. La totalidad del personal, tanto directivo como operativo, fue reclutado desde entonces por concurso de méritos y examen de competencia. Entre los logros alcanzados en el marco de la institucionalización destaca la incorporación en los procesos normativos y administrativos que formaron parte de la modernización del Estado, el fortalecimiento del estatuto interno; el establecimiento de de una Unidad de Auditoria interna con la respuesta oportuna y transparente a la Contraloría General de la República; la integración al directorio del Complejo Hospitalario de Miraflores desde el año 2000, cuyo objetivo principal fue el relacionamiento interinstitucional y la complementación de servicios entre los tres hospitales y los tres institutos que lo componen.
Asi mismo, se emprendió la modernizacion integral de la Institucion en terminos de infraestructura fisica, equipamiento y recursos humanos, en coherencia con el diseño e implementacion de un Plan Estrategico Institucional vigente desde 1999, que contempla acciones de mediano plazo. Entre los frutos efectivos de este proceso estuvo el incremento en un 55% de la capacidad en el area de internacion, la creacion de la Unidad de Terapia Intensiva, la renovacion de equipos medicos e incorporacion de nueva tecnologia en los campos de diagnostico y tratamiento de las enfermedades digestivas, y la consolidacion del Programa de Proyeccion a la Comunidad, al asignarle al mimo un presupuesto que lo hizo sostenible en el tiempo.